Después de meses de espera y afrontar, tanto una prueba teórica como otra práctica, obtener el carnet puede considerarse como todo un motivo de celebración. Si ya te has comprado tu primer coche, pronto te darás cuenta de lo complicado que es elegir un seguro para el vehículo, ya que existen muchas empresas y no todas cuentan con las mismas coberturas o precios. De hecho, en cada aseguradora hay una gran diversidad de opciones, para que elijas la más adecuada para tus necesidades. Por eso, pasamos a darte algunos consejos de cara a que esta decisión no tenga margen de error, garantizando que puedas proteger tu integridad física y económica, así como la del coche, como corresponde.
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Busca una buena entidad aseguradora
El primer paso para contratar un seguro de coche de calidad, por supuesto, es acudir a una entidad aseguradora que dé la cara por ti en caso de accidente. Muchas empresas tienden a buscar resquicios legales en favor de no pagar lo que se pacta en un principio, no obstante, tal y como nos demuestran los seguros del RACC, esta compañía cumple con lo pautado en todos los casos.
Esta afirmación no llega como fruto del azar, sino por las muchas prestaciones que ofrecen en diferentes circunstancias. En primer lugar, cabe hablar de la indemnización cuando se sufre un siniestro, llegando a pagar hasta el 130% del valor total del vehículo. Una situación que esperamos no sufrir, pero que, sobre todo para conductores primerizos, se debe tener presente.
De igual forma, RACC se compromete a resolver cualquier problema que pueda darse en la carretera, atendiendo a sus clientes con la máxima rapidez y eficacia, en el mismo lugar del incidente. Además, en caso de que se necesite una reparación, ofrecen 200 € de descuento al hacer la reparación en sus talleres colaboradores. Se trata de diferentes características que la han llevado a ser una de las mejor valoradas en el sector de los seguros de coches.
Evalúa con detenimiento cada cobertura
Tanto RACC como cualquier otra empresa que estés considerando, presentan diferentes tipos de coberturas. La modalidad básica, en todos los casos, es el seguro a terceros, siendo el mínimo que puedes contratar por ley; mientras que, para los conductores más previsores, el seguro a todo riesgo es la opción perfecta. ¿Nuestro consejo? Mejor prevenir que curar.
Mientras que el seguro a terceros solo cubre los daños a otros vehículos, conductores y acompañantes, así como los gastos jurídicos, los seguros a todo riesgo incluyen absolutamente todas las coberturas existentes. A las anteriores, se unen otras como los cristales del coche, indemnización por robo, tener vehículo de sustitución, un programa para recuperar los puntos del carnet y cualquier tipo de daño en nuestro propio coche sin penalización, incluido el siniestro.
Entre el seguro a terceros y el de a todo riesgo, hay otras tantas modalidades que van incluyendo, o no, algunas de las condiciones previamente planteadas. Dada la inexperiencia que se suele tener en un principio, lo más recomendable es recurrir a la cobertura absoluta. No obstante, debes tener en cuenta que, al ser conductor novel, tendrás que pagar una suma de dinero extra.
Ten en cuenta el estado de tu coche antes de elegir
El factor económico es determinante a la hora de elegir un seguro u otro. Como hemos comentado, los conductores primerizos tienen que pagar más que aquellos que tienen el carnet desde hace tiempo. Por eso, si el dinero está suponiendo un quebradero de cabeza, lo mejor es que de antemano, te plantees cuál es el valor real del vehículo que quieres conducir.
No es lo mismo invertir un gran capital en un coche nuevo, que comprar uno de segunda mano con años de vida limitados. En el primer caso, apuesta por una buena protección, evitando desperfectos en un vehículo que acaba de salir del concesionario.