En la Conferencia General de la UNESCO se ha nombrado Palau Macaya como Centro Internacional UNESCO de Ciencias Sociales y Humanidades. De esta forma, se convierte en el primero del mundo con estas características.
Este nombramiento posiciona al CaixaForum Macaya en una “una red mundial de excelencia” que incluye la implementación de prioridades estratégicas y agendas de desarrollo de la UNESCO a escala internacional.
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‘Think tank’ global
Con este nombramiento se convertirá en un ‘Think tank’ global para impulsar las agendas de la UNESCO.
Se espera que el centro de la Fundación la Caixa se convierta en un laboratorio mundial de ideas que contribuya con la implementación de programas y agendas estratégicas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura.
En una Conferencia realizada por la UNESCO, se ratificó la designación del CaixaForum Macaya como el primer centro en el mundo para las áreas de humanidades y ciencias sociales.
La designación refuerza la trayectoria del centro. Usado como espacio de debate y reflexión frente a los desafíos de la actual sociedad. Esta aprobación se hizo por medio de la directora general de la UNESCO, el presidente del Gobierno, y el ministro de Asuntos Exteriores.
Según lo indicado por Audrey Azoulay, directora de la UNESCO, se trata de una “una demostración de los valores compartidos” entre las diferentes instituciones que forman una alianza.
La CaixaForum Macaya
Fue diseñada por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch para un coleccionista de objetos: Macaya i Gibert. Su construcción se hizo en el transcurso de los años 1898-1900. Y declarado Bien Cultural de Interés Nacional por la Generalidad de Cataluña en el año 1976.
Su imponente fachada de color blanco tiene esgrafiados en ocre que fueron realizados por Joan Paradís. Cuenta con un balcón corrido de la planta principal y una tribuna de gran ornamentación de piedra labrada.
En la parte izquierda de la entrada principal se deja ver la figura de un ciclista; fue un detalle del escultor hacia Puig i Cadafalch, como símbolo del desplazamiento en bicicleta que realizaba el arquitecto hacia dos obras que tenía en construcción en ese entonces.
Los decorados del vestíbulo son con azulejos y esgrafiados. Sobresale una escalera hacia la planta interior labrada en piedra con motivos florales. Cuenta con rasgos característicos propios de la época.
Este importante edificio es uno de los más reconocidos de Barcelona y uno de los puntos turísticos más recomendados. Anteriormente, era una residencia familiar, luego pasó a ser un centro de debates y conocimientos de famosos escritores y artistas.