¿Siguen siendo útiles los flyers en nuestros días?

Flyers

No cabe duda de que la revolución de Internet y los cambios que últimamente vemos en nuestra sociedad han modificado muchos aspectos de nuestra vida diaria. Uno de ellos es la publicidad, que en los últimos tiempos ha pasado de lo analógico a lo digital. Sin embargo, esto no quiere decir que las viejas soluciones publicitarias de siempre no sigan siendo útiles, especialmente para los comercios de barrio y para las empresas más modestas. Precisamente, uno de los mayores problemas que tienen las redes sociales está relacionado con el marketing local, cuyo rendimiento muchas veces no es todo lo bueno que debería ser, sobre todo si lo comparamos con los resultados que se obtienen a través de campañas a nivel nacional. 

Esto nos lleva a plantearnos si todavía es razonable recurrir a soluciones tradicionales, como el flyer. Este clásico formato tradicional destaca por unas características que lo hacen muy cercano al usuario y que permiten a la empresa que lo emplea reducir sus costes publicitarios o incluso poder destinar a esta partida algo de dinero que no sería posible en otros modelos de publicidad. Para saber más al respecto, vamos a analizar cuál es el estado del flyer en nuestros días y cuáles son sus aplicaciones más frecuentes. 

Contenido

Qué es un flyer

El flyer es un formato publicitario de corte tradicional e impreso en papel que generalmente se reparte en persona, se colocan en los cristales de los vehículos o bien se utiliza para buzoneo. Se reconoce por tener un formato sencillo y un tamaño generalmente de cuartilla o incluso media cuartilla, lo que facilita convertirlo en un soporte publicitario ágil y fácil de llevar a la hora de procesarlo, sobre todo si lo comparamos con el folleto tradicional o con los dípticos y trípticos que se utilizan en otras vacaciones. 

Por sus características, también es una solución publicitaria de coste ajustado, rondando este aproximadamente los 3 o 4 céntimos por cada unidad. Así que, realizar una tirada de flyers de unos 5000 folletos vendría a tener un coste de unos 150 a 200 euros en términos de producción, seguramente menos por el volumen de impresión. A este importe habría que añadirle el de la distribución, que tampoco es demasiado elevado considerando los precios que se mueven hoy en el mercado. El resultado es que, con una inversión de apenas 300€ se dispone de un soporte físico y con el que es fácil dar a conocer la apertura de un nuevo negocio, la llegada de períodos especiales como los de rebajas o cualquier otro detalle que puede ser interesante para recordarle al vecindario la existencia en esta empresa. Como punto adicional, conviene no olvidar que, gracias al diseño del flyer, este también se puede utilizar en redes sociales, completando así una campaña integral sin necesidad de añadir más coste de diseño. 

Las claves del diseño de un flyer

Una de las razones por las que el flyer sigue disfrutando de una buena salud es precisamente por su formato. Pero también es importante recordar que a la hora de diseñar uno de estos soportes publicitarios su contenido debe estar enfocado directamente en la acción, siendo una de las soluciones más adecuadas para introducir esa llamada a la acción al consumidor. De hecho, no son pocos los flyers en los que se incluyen promociones como descuentos adicionales o algún tipo de regalo por hacer una compra, o bien los que incluyen rebajas de corto plazo, que deben ser aprovechadas en un tiempo breve por los consumidores para evitar quedarse sin existencias o sin poder aprovechar esos precios especiales.

Todos estos aspectos deben tenerse en cuenta a la hora de crear un flyer, ya que para conseguir los mejores resultados el diseño debe incluir los elementos capaces de transmitir esa idea con eficacia. Entre estos elementos se encuentra la imagen corporativa de nuestra empresa o negocio, que debe estar siempre presente en el flyer para facilitar nuestra identificación. Algo que se puede hacer mediante el uso de logos, marcas y de los colores de la imagen corporativa que tenga nuestra empresa. También debemos incluir textos y elementos gráficos que ayuden a comunicar mejor lo que deseemos y que nos ayuden a llegar al subconsciente del consumidor. Estos elementos deben estar debidamente alineados tanto con el sector del negocio como con su propia imagen corporativa para evitar distorsiones.

Finalmente, es fundamental que todo flyer que diseñemos incluya una llamada a la acción. Esta puede ser una invitación a visitar nuestra página Web o a seguir las redes sociales de nuestra empresa, a visitar nuestro negocio para que puedan aprovechar las ofertas limitadas, disfrutar de una prueba gratuita o realizar cualquier otro tipo de actividad. A fin de cuentas, el objetivo del flyer es precisamente ese: conseguir un incremento de la visibilidad de nuestro negocio, una mejora de las visitas a nuestro punto de venta y en consecuencia, unas mayores cifras de venta o prestación de servicios.

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